domingo, 20 de junio de 2010

Científicos prueban con éxito terapia genética contra el SIDA

Fuente: La tercera

En células de la médula ósea de pacientes enfermos, los investigadores insertaron genes que provocan resistencia al VIH. El resultado: lograron detener la propagación de la enfermedad y elevar las defensas del organismo hasta 24 meses después.

Según la Agencia de las Naciones Unidas para el Sida (Onusida), en 2004 se produjo el peak mundial de muertes por esta enfermedad. Luego la cifra ha ido bajando paulatinamente, tanto por la reducción en el número de nuevos contagios, como por la mejor calidad de los medicamentos usados en estos pacientes.

Pese a este avance, aún queda camino por avanzar en la lucha contra esta enfermedad que cada año mata a dos millones de personas en todo el mundo. Así lo demuestra un estudio presentado por la revista Science Translational Medicine, en el cual científicos norteamericanos aplicaron con éxito una terapia genética en un pequeño grupo de pacientes infectados. El procedimiento podría alcanzar la misma efectividad que los tratamientos actuales, pero evitando sus efectos adversos.

Genes contra el VIH

Los científicos del centro médico City of Hope en Estados Unidos seleccionaron a cuatro pacientes con sida, los cuales desarrollaron un tipo de cáncer a la sangre relacionado con la enfermedad inmune. Estos pacientes iban a ser tratados con un trasplante de células madre de su propia médula ósea, lo que presentaba una oportunidad inigualable para ver cómo respondían los pacientes si se incrementaba de manera artificial la resistencia de sus células al virus del sida.

Los expertos tomaron una porción de las células que serían autotrasplantadas y las sometieron a manipulación genética. Le insertaron un lentivirus, un tipo de patógeno inofensivo para el ser humano, el cual transportó una copia de cuatro genes involucrados en la respuesta del organismo frente al sida. Así, estos genes se incorporaron al ADN de las células aún no contagiadas, las cuales fueron devueltas al organismo de los pacientes.

Mayor resistencia

De vuelta en su organismo originario, las células modificadas genéticamente no sólo demostraron ser más resistentes frente a los intentos del virus de contagiarlas, sino que también fueron capaces de producir una mayor cantidad de proteínas antivirales para combatir al VIH. Estas características fueron observadas hasta dos años después de realizado el trasplante.

Además, 18 meses después del trasplante, el número de esos antivirales había aumentado en dos de los cuatro pacientes estudiados. Asimismo, los investigadores pudieron constatar que el procedimiento no envuelve ningún peligro para los pacientes. "No se observó toxicidad asociada a la infusión de las células modificadas genéticamente", consigna el estudio.

Pese a que aún faltan estudios que corroboren los hallazgos de esta investigación, los científicos a cargo del estudio estiman que afirman que se trata de una alternativa segura y efectiva para abordar el sida.

"En la actualidad, las exigencias para los nuevos tratamientos contra el sida son reducir los efectos adversos y mejorar la potencia y la adhesión del paciente", explica Alejandro Afani, jefe del centro de VIH del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. El experto estima que esta terapia génica apunta en esa dirección, pese a que faltan aún estudios más amplios para corroborar estos hallazgos.

Los científicos adelantaron que el próximo paso de la investigación consiste en conseguir que las células sanguíneas dotadas de mayor resistencia al VIH no sean destruídas por el sistema inmune del propio paciente.

Cómo funciona el tratamiento retroviral

Hoy existen 25 medicamentos distintos utilizados en la terapia retroviral contra el sida y su función es impedir la mutiplicación del virus y que éste contagie a las células sanas. Así, este tratamiento logra mantener a raya la enfermedad, aunque nunca eliminarla del organismo. Los pacientes sometidos a este régimen deben tomar entre dos y tres tabletas diarias de por vida. "Los tratamientos actuales son mucho más amigables que los de hace 10 años", afirma Alejandro Afani, aunque de todos modos estos medicamentos pueden producir efectos adversos a corto plazo, como cefalea, vómitos y a largo plazo, resistencia a la insulina y toxicidad hepática.

No hay comentarios: